Bang!

  Ayer vino Joyfe a casa y, aparte de traer un libro de Tea Stilton para el Nano, se quedó a cenar. Tras la cena, una partida rápida al juego de las moscardas (el Matamoscas), con las reglas de Muten, que hacen que sea más divertido y más a palo limpio de lo normal, pero en fin... Tras el gran follón del Matamoscas, empezamos con lo que iba a ser una partida del Bang!. Sí, sí, una. Ingenuos... Al final, no una, sino nueve partidas seguidas al Bang!, a cual más divertida. Al final de todas las partidas y una buena jartá a reír, el marcador acabó de la siguiente forma:

Diferentes "adminículos" del Bang!

Fopito: 2 partidas ganadas; Joyfe: 2 partidas ganadas; yo; 5 partidas ganadas. Entre pitos y flautas, lo más divertido de las partidas fueron cosas como la dinamita: todo el mundo poniendo la dinamita en juego para reírse y luego les estallaba en la cara... XD; otro de los puntos de juerga fue la manipulación a Fopo para que matara a Joyfe (que llevaba a Sid Ketchum, cuya habilidad es que, en cualquier momento, puede tirar dos cartas de su mano para recuperar un punto de vida. Como no era posible matarlo, porque siempre estaba recuperando vida, convencí a Fopo de que lo mejor era matarlo, porque si no, iba a ir a por ella) y, cuando lo mató, se dió cuenta de que -realmente- su peor enemigo era yo, y no Joyfe. Y entre risas y cachondeos y gritos de "inocente", un montón de risas intercaladas. Otra de las cosas graciosas de la noche era que Fopito nunca se enteraba de lo que hacía su personaje, así que nunca usaba la habilidad especial de su personaje y se acordaba a destiempo, como la vez en que llevaba a Jourdonnais, cuya habilidad estriba en -si le disparan- sacar una carta del mazo y, si es un corazón, el que le ha disparado falla. Pues como siempre se le olvidaba, le pegaban el tiro y, al rato, decía... pero carajo, si tengo la habilidad de parar si saco un corazón... y vuelta al cachondeo...

  Lo dicho, muchas risas, mucho cachondeo y un desparrame tremendo. Tanto desparrame que, desde las 0:20 que empezamos a jugar, acabamos a las 3:00 de la madrugada. Eso sí, qué panzá a reír...